Una nueva vida...

Seguramente debe hacer nada que te acabas de levantar después de la resaca de ayer...

Como ha pasado el tiempo... Mirando el calendario, en agosto de 2007 sabía que me iría a Pekín, que me iba a estudiar chino y me suponía que las cosas después, a la vuelta, no serían nunca iguales. Y no lo han sido.

Creo que este año ha sido un año de experiencias y de vivencias. Y creo que eres tú una de las personas que más has crecido y aprendido... Mira las primeras fotos que tienes de cuando llegaste a Pekín. Yo a duras penas me reconozco. ¿Y tú? Te debe pasar algo similar...

Para ti ha sido un año intenso en el que has aprendido muchas cosas. Te has adaptado a una nueva ciudad, a un nuevo ambiente, a una nueva vida, pero sobre todo, te has adaptado a una nueva forma de vivir y a una nueva gente... No ha sido tarea fácil. Nunca lo es. Pero tú lo has hecho y muy bien.

Reconozco que a veces he sido frío y que en ocasiones parezco un ogro o una atalaya de inexpugnable roca. Puede que lo parezca. Lo reconozco. Pero Cayita, todo lo que hemos vivido, todo lo que me has dado es una de las cosas, uno de los tesoros más preciados que me llevo de Pekín. Eres de los mejores recuerdos.

Para ti se te ha abierto una nueva etapa. La etapa 'adulta' en la que se abre un camino de infinitas posibilidades, de innumerables variables... Y tú eres la timonel, la persona que dirige el barco. No será una travesía fácil. Nadie dijo nunca que lo fuera. Pero sin duda, es una travesía llena de sorpresas, alegrías y penas, pero siempre emocionantes y fascinantes...

Cayita, ahora que estás en la otra punta del mundo empiezas una nueva vida. Pero que sepas, que en las antípodas estaré soñando en el día que te vuelva poder a abrazar...

Besos, lluís

Te dejo unos versos de Neruda, uno de mis poetas favoritos.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.