Peter Pan representa al niño que llevamos dentro. Al ser adultos, nos olvidamos de escucharle. Y no me refiero a que debemos comportarnos como niños pequeños y malcriados, sino que a veces es mucho mejor contemplar la realidad con unos ojos simples y puros, desde la inocencia de la infancia. La imaginación no tiene límites y sólo ella te conducirá al País de Nuncajamás o al País de las Maravillas, como a Alicia.
Lanza los polvos mágicos de Campanilla y ten un pensamiento positivo, así de fácil es volar. Y si te encuentras con el Capitán Garfio o con la Reina de Corazones, recuerda que sólo siendo niña los vencerás.
1 comentario:
Y la lechera????
A mi me gusta imaginar y sognar pero, no se hasta que punto se me va un poco la pinza con eso...
Te quielo plincipito...
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